¿Hacerse como niños?
Hoy, en muchos países celebran "El Día del Niño", por ende vemos publicidades, lugares, ambientes, juegos y mil cosas de mil colores, detalles divertidos, curiosos, graciosos, que de una u otra manera nos "distraen" la vista. Y es que si de niños hablamos, definitivamente es algo que sin lugar a dudas llega a inquietarnos el corazón. No exactamente por tener niños frente a nosotros, o ver niños divirtiéndose, sino que queramos o no, de alguna u otra manera el hecho de sólo pensar en "la niñez" nos hace viajar a través del tiempo y retroceder unos cuantos años atrás, recordando anécdotas, costumbres, historias, y etc cosas que "cuando éramos niños..." pudimos haber pasado. Y es que ¿cómo olvidar aquella etapa de la vida donde uno simplemente "es" uno mismo?.
Los niños por naturaleza "son quienes son", se expresan de la manera más pura y natural, dicen la verdad sin ataduras (las cosas tal cual), demuestran sus sentimientos y emociones (alegrías, tristezas, diversión, frustración, se ríen tan libremente, lloran a llantos desesperados y amargos, etc), abrazan, o pellizcan también, confían cuando se les dice algo, observan detalles, y mil acciones que con el tiempo tan espontáneas que podríamos pasar varias horas describiéndolas; acciones que seguramente vamos olvidando o perdiendo, y las dejamos de tener en práctica conforme va pasando el tiempo, y vamos viviendo situaciones.
Pero... te has puesto a pensar que sería si como un niño, llenaríamos de abrazos a quienes queremos, o sonriéramos a quienes se nos cruzan en el camino, o incluso saludaríamos mirando a los ojos, diríamos a quienes queremos cuánto los queremos o amamos y cuán especiales e importantes son para nosotros, confiaríamos en las demás personas (incluso empezando en nosotros mismos), reiríamos sin límites e incluso sin motivos, lloraríamos sin miedo al que dirán, no juzgaríamos, no mentiríamos, compartiríamos con los demás, no dejaríamos de soñar, ni de crear, ni de creer... ¡¡¡Simplemente seríamos quiénes somos y viviríamos siendo libres en nuestras expresiones, sentimiento y emociones!!! Ahora, si nos damos unos minutos de pausa en lo que estamos haciendo, podríamos ponernos a pensar ¿qué es aquello que hizo que dejemos de ser "como niños"? ¿en qué momento de nuestra historia nos "pincharon el globo", arrebatando nuestros sentimientos, causando un dolor en nuestro corazón, haciéndonos pensar que "es absurdo" lo que creemos? y que pasó para que de pronto esa "gracia" con la que toda persona nace y manifiesta en la niñez de una manera pura, simplemente se aminore o hasta desaparezca con el tiempo.. Pues, es que ¿realmente desaparece? o es que ¿está tan herido que ya no se quiere expresar ni darse a conocer?
Y es que hemos perdido esa "gracia de infantes" por situaciones, estereotipos y etiquetas, sin embargo, ¿cómo podríamos dejar de ser nosotros mismos?, si es justamente por ello que marcamos la diferencia, ¡SOMOS ÚNICOS!, y si uno de nosotros no existiera, el mundo no sería el mismo, la vida no sería la misma... Podríamos intentar "una vez" más el despertar y/o descubrir el niño que llevamos dentro ¡Anímate! ¡Revive el niño que hay en ti! ¡Que inicie su lucha por lo que un día soñó!
¡Despiértalo! Esa espontaneidad, seguramente hará brillar lo esencial de ti. ¡No te dejes robar la alegría y la esperanza! (Papa Francisco)